Banda: Razor
País: Canadá
Álbum: Violent Restitution
Género: Speed/Thrash Metal
Tipo: Full-lenght
Lanzamiento: 1998
Formato: CD
Sello: Steamhammer
Violencia incontrolable.
Hace treinta años en el Metal corrían tiempos de velocidad y violencia. Por un lado tenías el Thrash aleman con una escena más que destacable, ni hablar de Estados Unidos que su escena era inmensa, había bandas por donde mires, incluso debajo de las piedras. Fuera de estos dos países que marcaron en la historia de la música estaba Canadá con bandas icónicas como llegaron a serlo Annihilator, Voivod, Sacrifice, Exciter y Razor. De estas últimas hablaremos de Razor, precisamente del "Violent Restitution".
Ya con una carrera estable, allá por el 88', Razor entregaba a sus oyentes "Violent Restitution", su quinto álbum de larga duración. Esta obra maestra del Thrash de antaño nos dejo con clásicos a mencionar como Violent Restitution, Hypertension y Enforcer, solo por mencionar algunas.
Para este disco Stace McLaren puso su voz demencial, Dave Carlo la velocidad de las cuerdas, Adam Carlo la contundencia del bajo y Rob Mills la constancia de las percusiones.
Es complicado hablar del disco por separado ya que entre las canciones no hay mucha diferencia en cuanto al sonido o complejidad. En esta ocasión no nos ponemos frente a un disco de Thrash técnico o progresivo, se trata de un Speed con mucha energía y adrenalina, que en realidad es lo que hace que sea tan especial, se expone tortura, agresiones, violencia en general; tópicos de la sociedad y algo de humor.
Tratando de puntualizar sobre aspectos que llaman la atención a cualquier amante del género ¿no es una locura los llantos descontrolados que acompañan a lo largo del disco? Desde un principio en su intro "The Marshall Arts" nos recibe con un grito descontrolado de casi medio minuto, eso es más que muchas canciones de Crossover o de Grindcore. También podemos notar de la gran capacidad vocal en "Hypertension", "Below the Belt" o "Edge of the Razor", sin duda es la voz indicada para el disco, nadie podría haberlo hecho mejor.
Otra de las cosas que destacan sobre el resto son la cantidad de riffs que vuelan, canciones de dos minutos frenéticas, que como si fueran un destello proporcionan ritmos a patadas y en cosa de cuarenta minutos dejan una gran cantidad de ritmos fantásticos. Así es catorce canciones en cuarenta minutos.
Yendo al lado de las percusiones se sientes precisas, suena brutal la batería, pero sin demasiado que innovar ¿pero cómo hacerlo mejor?
En cuanto al último instrumento, el bajo, tiene claridad en su sonido y eso se debe a una calidad de producción decente, la verdad es que en cuanto a esto no hay demasiado que decir.
En conclusión es un disco al que le tuvieron mucho cuidado, la producción es más que buena, Brian Taylor hizo un trabajo espectacular. Contiene una portada representativa de ellos, lo instrumental no deja nada que recalcar (quizás algo más de velocidad), pero nada más. Es un disco memorable y un clásico de la época.
BY: ZYLONE