08 abril 2019

Mortal Sin - Face Of Despair - 1989 (Reseña / Review)




Mortal Sin - Face Of Despair
País: Australia  
Género: Thrash Metal    
Fecha de lanzamiento: 17 de Abril, 1989.

Mortal Sin fue recibido con exaltada aceptación en su época, aunque en escencia de esto se debía a su notable similitud con el Metallica de los primeros tiempos. Gran parte de su notoriedad estaba ligada a su brutal debut de 1986 (posiblemente el mejor año para el thrash metal de los 80) y este se basó en gran medida en la fórmula del "Kill Em 'All" al tiempo que eliminaba gran parte de los extras que Metallica comenzó a lanzar. poco después. A modo de contraste, "Face Of Despair" adopta un enfoque más pulido en términos de producción, y en gran medida se presenta como una versión más rápida del "Ride The Lightning" si la balada. Si bien podría haber sido un poco presuntuoso haber llamado a estos chicos “Los próximos Metallica”, definitivamente llevaron el sello un poco mejor que algunos de sus competidores más orientados al technical en el Área de la Bahía de San Francisco, algunos de los cuales fueron igualmente contundentes con respecto a dónde llegaron sus ideas musicales.

Para estar claros, este se trata de un álbum ambicioso que atraviesa los timpanos con una gran cantidad de riffs asesinos y una divina suciedad típica del thrash de antaños, pero es un poco más medido y calculado en su ejecución. Incluso cuando se trata de destruirse el cuello a alta velocidad con notables influencias del "Legacy" de Testament (como se escucha en "Innocent Torture" y en "Terminal Reward") hay una sensación de acumulación y descarga que está más apegado a las líneas de bandas como Exodus que de otras como Slayer o Dark Angel. De hecho, la única banda que realmente viene a la mente como la más comparable a lo que sucede aquí son las primeras grabaciones de Xentrix, una banda de Gran Bretaña que también se inspiró en el enfoque del Bay Area. Gran parte de este álbum se pasea en un agradable crujido de tempos medios y altos, que en realidad funciona un poco mejor que la pura rápidez y ferocidad de su predecesor "Mayhemic Destruction" y con una versión ligeramente superior de las voces bruscas de Hetfield de Mat Maurer.

Para describir con más detalle el sentido de los matices y el desarrollo de composición estas canciones, (si bien no hay nada que no califique como una balada) hay una gran cantidad de variedad aquí. La canción "Martyr's Of Eternity" podría decirse que se acerca al territorio de una balada con una introducción tranquila e inquietante que recuerda a todas las canciones del "The New Order", pero luego opta por caer en un ritmo de mid-tempos que casi parece que quiere emular "The Thing That Should Not Be" pero termina evitando cualquier pretensión de influencia y gradualmente se construye desde un paso con tempos más lentos junto con un montón de detalles hasta un brico a toda velocidad. De manera similar, la emocionante pero auspiciante canción intro "I Am Immortal" golpea al oyente con una introducción de bajos bastante sólida antes de cambiar a un juego de ritmos moderados con una batería y bajo que golpean con rapidez. Si bien el tono de la guitarra es impactante y brillante, el instrumento que tiende a brillar más en el sonido general es la batería, que logra sonar como un trueno acercándose a las líneas que usaba Lars en el "...And Justice For All".


Si bien en términos de calidad general este álbum y su predecesor se dan batalla para ocupar el puesto del logro más importante de Mortal Sin, para mí este álbum tiene una ligera ventaja, dado el trabajo de producción estelar y la composición más creativa. Este es el álbum que Defiance intentaba lanzar a principios de los 90, pero no tuvo éxito por falta de un vocalista competente y una idea clara de cómo desarrollar una canción por completo. Los medios pueden preferir la notoriedad y el ritmo de Metallica como la primera banda en este estilo en llegar a lo grande, y ciertamente este hecho encabezó todo lo que vino desde 1986 en adelante, y ofreció un punto de partida a muchos de los actores más fuertes del Bay Area que siguieron una verdadera carrera musical. Para 1989, el thrash metal era un fenómeno mundial, y Australia definitivamente hizo su parte del trabajo aquí con lanzamientos como este.


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